(en desarrollo)
Como habrá podido comprobar quien lo haya intentado, introducir el trabajo de mujeres científicas en el currículo de Física y Química que explicamos en secundaria y bachiller resulta complicado, ya que los conceptos y teorías que explicamos fueron desarrollados, en su mayoría, antes del Siglo XX, o a principios de este.
Sin embargo existen, claro que si. En esta sección pretendemos elaborar un listado de mujeres cuyo trabajo ha contribuido al desarrollo de la Ciencia que explicamos en clase.
Sophia Brahe (1556-1643)
Sophie fue la hermana menor de Tycho Brahe, colaboró con él en la confección del catálogo de posiciones planetarias que posibilitó el descubrimiento de las leyes de Kepler.
Maria Cunitz (1604-1664)
Astrónoma polaca. Su obra Urania propitia divulgaba al gran público las teorías de Kepler, simplificando y corrigiendo sus tablas astronómicas y aportaba una solución más elegante al llamado «problema de Kepler» de la posición de los planetas con el tiempo.
Margaret Cavendish (1623-1673)
Poeta, ensayista, filósofa, novelista, feminista, física, excéntrica, publicó sus trabajos firmándolos con su nombre, por lo que fue duramente criticada en la Inglaterra del S XVII. Participó en discusiones sobre la materia y el movimiento, la existencia del vacío, y la formulación de las primeras teorías moleculares. Llegó a escribir diez libros de física(que entonces era filosofía natural) . Fue admitida a visitar la Royal Society, donde asistió a una sesión experimental de Robert Boyle. A su muerte fue sepultada con honores en la Abadía de Westminster.
Émilie Le Tonnelier de Breteuil, marquesa de Châtelet (1706 – 1749)
Su obra más imortante (Les Institutions de Phisique) le dio el reconocimiento del mundo científico. Era un amplio y profundo tratado de física en el que mostraba su posición respecto a Newton, y apostaba por el concepto de vis viva de Leibniz frente al de momento lineal del propio Newton.
Fue nombrada miembro de la Academia de las Ciencias de Boloña en 1746
Nicole-Reine de la Briere Lepaute (5 de enero de 1723 – 6 de diciembre de 1788)
También conocida como Hortense Lepaute, fue una astrónoma y matemática francesa. Predijo la fecha de vuelta del Cometa Halley (en este trabajo su labor fue tan importante o más que la de sus colegas varones, aunque no le fue reconocida). Calculó el grado de ocultamiento del sol en un eclipse solar a través de Europa en intervalos de 15 minutos con dos años de antelación. Confeccionó calendarios astronómicos para astrónomos y navegantes y se ocupó del cálculo de efemérides planetarias, entre ellas la del tránsito de Venus por delante del Sol que se produciría en 1761. Ese mismo año fue reconocida como miembro honorario de la Academia Científica de Béziers.
Caroline Lucretia Herschel (1750-1848)
Fue una astrónoma alemana que vivió también en Inglaterra. Trabajó con su hermano Sir William Herschel en la elaboración de sus telescopios y en sus observaciones. Descubrió ocho cometas, de los cuales seis llevan su nombre, entre los que destaca el cometa periódico 35P/Herschel-Rigollet encontrado el 21 de diciembre de 1788
Cuando William abandonó la música y empezó a estudiar astronomía, ella hizo lo mismo. Así comenzó la carrera científica de Carolina, bajo las directrices de su hermano que finalmente la llevaron a formarse por sí misma. William se especializó en la construcción de los mejores telescopios de su época, y Carolina comenzó ayudando a tomar anotaciones de los cuerpos celestes divisados por él para terminar realizando sus propias observaciones, que luego solían contrastar juntos. En 1786 poseía ya un pequeño observatorio propio. William era el astrónomo del rey y cuando ella tenía 37 años el rey Jorge III le asignó un sueldo como ayudante de su hermano, lo que le dio independencia económica y le permitió convertirse poco a poco en una celebridad en el mundo científico.
Junto con su hermano descubrió mil estrellas dobles y ambos demostraron que muchas de ellas eran sistemas binarios, con lo cual hallaron la primera prueba de la existencia de gravedad fuera del sistema solar. Cuando William falleció, a pesar de que ya no vivían juntos porque él se había casado tiempo atrás, Carolina abandonó Inglaterra y volvió a Hannover.
Carolina Herschel es considerada la primera astrónoma profesional. En 1828 recibió la Medalla de oro de la Royal Astronomical Society, sociedad de la que fue su primer miembro honorario femenino. La nombraron miembro de la Real Academia Irlandesa y en 1846 recibió la Medalla de Oro de las Ciencias, del rey Federico Guillermo IV de Prusia.
Además de trabajar como secretaria de su hermano, por cuenta propia descubrió ocho cometas y tres nebulosas, asimismo elaboró diversos catálogos. Su trabajo fue reconocido en mayor medida tras su muerte en 1848, a los 97 años.
El cráter lunar C. Herschell lleva este nombre en su honor.
Mary Fairfax Greig Somerville (1780-1872)
Las escasas referencias que de ella se encuentran en los textos de Historia de la Ciencia, la describen como matemática y científica. Sus contemporáneos la denominaron “Reina de las Ciencias”. Fue una de las mujeres de su tiempo que con más pasión se dedicó al estudio de las matemáticas y al conocimiento de los avances científicos. Popularizó la astronomía y escribió multitud de ensayos. Su estilo, riguroso y didáctico, le porporcionó gran éxito. La Academia Real inglesa la premió concediéndole ser socia de honor, ya que las mujeres no podían ser socias oficiales. Su currículo, ante la imposibilidad de contener honores académicos, muestra un compendio de premios, distinciones y reconocimientos, así como una obra extensa y multidisciplinar que tuvo la virtud de abrir caminos a la divulgación científica, destacando su nivel, rigor, capacidad de síntesis y su claridad en la exposición. El reconocimiento de su trabajo como escritora científica está presente en multitud de testimonios de los más importantes científicos de su tiempo.
En 1826 Mary Somerville escribió su primer artículo, The Magnetic Properties of the Violet Rays of the Solar Spectrum. Le siguieron Experiments on the Transmission of the Chemical rays of the solar spectrum across different media, y On the action of the Rays of the Spectrum on Vegetable juices. Se publicaron por la Royal Society en Philosophical Transactions y eran los primeros escritos firmados por una mujer, lo que supuso un gran revuelo entre los científicos del momento. Estos trabajos no tenían detrás el aval de ninguna universidad, institución, o sociedad científica, sin embargo, el gran prestigio social que Mary Somerville alcanzó, le abrió las puertas de los salones londinenses, por otra parte los únicos a los que podía acceder por el hecho de ser mujer. Muchos científicos se interesaron en compartir sus puntos de vista llegando a mantener una correspondencia regular con muchos de ellos, siempre dirigida, por supuesto, a su marido, según costumbre de la época.
Mantuvo una gran amistad y colaboración con John Herschel, visitando con frecuencia el observatorio que tenían este y sus hermanos John y Carolina. Fruto de ello se interesó por las leyes del Universo. Los hermanos Herschel desarrollaban un importante trabajo de localización y catalogación de cuerpos celestes. Mary se apasionó por el tema pero desde una perspectiva teórica (más en la línea de investigación de John) y estudio profundamente la Mécanique Céleste de Pierre Simon Laplace, una obra compleja y voluminosa que resultaba imprescindible para la comprensión de las nuevas teorías que explicaban la dinámica del cosmos, a partir de la física newtoniana. Su dedicación a la astronomía le llevó a realizar cálculos relativos a un posible planeta que perturbaba la órbita de Urano. Estos datos posibilitaron la localización de Neptuno por John Adams.
En 1827, Lord Brougham, a requerimiento de la Royal Society instó a Mary a que realizara una versión traducida al inglés de la Mécanique Céleste de Laplace que se publicó con el nombre Mechanism of the Heavens. La primera idea era hacer una versión sencilla para una colección de divulgación de las ideas científicas para no expertos. Pero el resultado es más que una traducción, porque aporta una contextualización y una interpretación del trabajo de Laplace siendo más comprensible que una estricta traducción. El preámbulo era un compendio de desarrollos matemáticos e ideas fundamentales de física que resultan imprescindibles para comprender la obra de Laplace. Fue todo un éxito y se reeditó varias veces de manera independiente.
Su libro The Connection of the Physichal Sciences, (1834) fue un éxito y conoció nueve ediciones sucesivas, siempre mejoradas. Contó con la colaboración de científicos tan importantes como Faraday, Wollaston, Herschel, Maxwell y Whewell. En él presentaba una visión del mundo físico que contenía una explicación matemática compleja, pero evitando, en la medida de lo posible, el uso excesivo de fórmulas. Esta idea de traducir los fundamentos matemáticos al lenguaje ordinario fue una de las mayores dificultades que tuvo que superar para mantener el rigor de su trabajo.
En 1835 recibió, junto a Carolina Herschel, la medalla de honor de la Sociedad de Astronomía, así como una pensión vitalicia de 200 libras que le ayudó a continuar con su trabajo científico. Fueron las primeras mujeres en conseguir este reconocimiento.
En 1848 publicó Physical Geography, un texto que se ha utilizado durante décadas, pero que algunos parlamentarios y miembros del clero, criticaron duramente por su enfoque evolucionista. Al parecer este hecho contribuyó aún más a su éxito.
Fue elegida miembro honorario de varias Sociedades de Física e Historia Natural de diferentes ciudades europeas, en muchos casos junto a Carolina Herschel, incluso fue elegida miembro de la Sociedad Geográfica y Estadística Americana. La Royal Society decidió situar un busto suyo en el hall principal.
En 1865, a los 85 años de edad, publica Molecular and Microscopic Science, una aproximación a la composición de la materia, el concepto de calor y las partículas microscópicas. Incluía diagramas de los experimentos de Ernnest Chladni con placas vibratorias, fenómeno del que también se había ocupado Sophie Germain
En 1870, a los 90 años recibió la medalla de oro de la Real Sociedad Geográfica Victoriana.
Murió en Italia a los 92 años. En todos los periódicos ingleses se escribieron artículos de reconocimiento a su vida y obra.
FUENTES:
http://virtual.uptc.edu.co/ova/estadistica/docs/autores/pag/mat/Somerville3.asp.htm
JANET TAYLOR (1804-1870)
De origen humilde, su padre (clérigo y maestro) le enseñó todo lo posible sobre matemáticas, navegación y ciencia. Su matrimonio con George Taylor (un profesor de navegación que tenía su propia escuela) le permitió acceder a tratados sobre astronomía, matemáticas y el arte de la navegación.
Sin embargo, abrió su propia escuela para navegantes y tienda de instrumentos marítimos. Su labor fue tan sobresaliente y sus conocimientos tan asombrosos que pronto adquirió fama como maestra excepcional. Sus cursos de navegación, astronomía, cálculos y tablas recibieron apoyo oficial. Publicó numerosos libros sobre astronomía, matemáticas y tablas de cálculo, todo ello aplicado a la navegación, campo en el que llegó a ser considerada como una auténtica maestra.
En 1833 publicó sus “Tablas Lunares”, que permitían una navegación más precisa que las tablas tradicionales (que eran muy complejas y requerían de una gran destreza de cálculo) sin necesidad de utilizar relojes de precisión y con muchos menos cálculos. Sus tablas no tardaron en ser recomendadas por el Almirantazgo Británico.
Además, su trabajo en la tienda de instrumentos ópticos y mecánicos, donde vendía y reparaba el instrumental, convirtió a Janet en una mecánica excepcional. Y, así, tras media vida entre sextantes, telescopios y barómetros, libros de matemáticas y tablas de cálculo, vino al mundo su calculadora para marinos. Era una maravilla que se manejaba con suavidad y con la que se podían realizar con rapidez diversos cálculos de navegación de forma muy precisa. Era el sueño de cualquier navegante, sólo tenía un problema, y es que se trataba de un instrumento muy sensible y poco apropiado para las rudas manos de un marinero. Eso hizo que no tuviera mucha difusión.
FUENTE:
Margaret Lindsay Huggins (1848-1915)
Fue una investigadora científica y astrónoma británica irlandesa.
Parece ser que fue su abuelo (un rico agente de banca) quien despertó su interés por la astronomía, al enseñarle a identificar las constelaciones, lo que le llevó a comenzar a estudiar los cielos con instrumentos caseros. Construyó su propio espectroscopio después de encontrar inspiración en los artículos sobre astronomía en la publicación periódica Good Words.
El interés y las capacidades en espectroscopía de Margaret la llevaron a conocer al astrónomo Wiliam Huggins, con quien se casó en 1875. Hay evidencias que indican que ella fue quien instigó el exitoso programa de investigación foto-astronómica de su marido. Junto con su marido, William Huggins, fue una pionera en el campo de la espectroscopía estelar y coautora del «Atlas of Representative Stellar Spectra» (Atlas Representativo del Espectro Estelar) (1899)
En 1903, compartiendo este honor con Agnes Mary Clerke, fue elegida miembro honorario de la Royal Astronomical Society, un rango anteriormente concedido únicamente a otras dos mujeres, Carolina Herschell y Mary Somerville.
A su muerte El Times de Londres se refería a ella como “el Herschell del Espectroscopio”
FUENTES:
https://es.wikipedia.org/wiki/Margaret_Lindsay_Huggins
https://es.wikipedia.org/wiki/William_Huggins
WILLIAMINA FLEMING (1857-1911)
(Williamina Paton Stevens), joven escocesa sin más formación que la recibida en la escuela pública de Dundee donde a los 14 años ayudó en la enseñanza de los jóvenes actuando de maestra al mismo tiempo que recibía enseñanza como alumna mediante el sistema pupil-teacher. Se casó a los 20 años con James Orr Fleming, de quién adoptó el apellido, pero fue abandonada al dar a luz un hijo.
Tuvo que comenzar a trabajar como empleada del hogar en la casa de Edward Charles Pickering, un reputado profesor de astronomía, que también ostentaba el cargo de director del Harvard College Observatory.
Pickering tenía un ayudante que le apoyaba en sus estudios, pero no estaba contento con su forma de trabajar; de modo que, tras haber comprobado la inteligencia de Williamina, le hizo una oferta para sustituirle que ella aceptó encantada.
En 1881, Pickering le ofreció a Fleming un empleo temporal en el observatorio de Harvard, para hacer tareas rutinarias de oficina y algunos cálculos matemáticos, y pronto pasó a ser miembro permanente del personal de investigación en lo que después se bautizó como las computadoras de Harvard: estuvo a cargo de decenas de mujeres jóvenes, que fueron empleadas para hacer cálculos matemáticos, proceso que hoy en día hacen las computadoras.
Williamina corrigió todos los originales de las publicaciones del observatorio, ayudó a elaborar un sistema de asignación de estrellas basado en la cantidad de hidrógeno observada en su espectro (así, las estrellas clasificadas con la letra A estaban formadas por hidrógeno casi en su totalidad, las clasificadas con la letra B contenían menos hidrógeno, y así sucesivamente). Contribuyó al análisis fotográfico de los espectros estelares, descubrió 59 nebulosas gaseosas, 310 estrellas variables y 10 novas. Estableció los primeros estándares fotográficos para medir el brillo de las estrellas variables, descubrió la Nebulosa Cabeza de Caballo y en 1910 descubrió propiedades de los espectros de las enanas blancas.
Contribuyó en la creación del Catálogo Henry Draper y, aunque en la primera edición de 1890 no fue incluida en los créditos, su aportación si que fue reconocida en el segundo Catálogo Índice de 1908.
En 1899 recibió el título de Conservadora del Archivo de Fotografías Astronómicas en Harvard, (primer cargo institucional en Harvard que se concedía a una mujer). En 1906, logró una plaza honoraria en la Royal Astronomical Society de Londres, siendo la primera mujer en ser elegida.
FUENTES:
http://www-revista.iaa.es/39/williamina-patton-fleming
https://es.wikipedia.org/wiki/Williamina_Fleming
https://es.wikipedia.org/wiki/Computadoras_de_Harvard
Annie Scott Dill Maunder ( 1868-1947)
Pionera en la fotografía astronómica, sobre todo en lo que se refiere a manchas solares.
Graduada en matemáticas por el Girton College (Cambridge), fue contratada en 1890 para ser asistente de Edward Maunder, descubridor del Mínimo de Maunder, que trabajaba en el Real Observatorio de Greenwich.
Se casaron en 1895, y trabajaron juntos en la observación de manchas solares y en la mejora de las técnicas de la fotografía solar. Las habilidades de Annie para las matemáticas hicieron posible el análisis de los datos que Maunder había coleccionado durante los años de trabajo en Greenwich.
Annie también diseñó una pequeña cámara portátil con un objetivo gran angular que utilizó para tomar las primeras fotografías de la corona del sol durante un eclipse solar.
Gracias al análisis de los archivos de Cambridge en manchas solares y tormentas magnéticas, pudieron mostrar que regiones específicas de la superficie del sol eran la fuente de tormentas magnéticas y que el sol no irradiaba su energía de manera uniforme en el espacio.